lunes, 8 de septiembre de 2008

Entrada a concierto: 56 euros, camiseta del tour: 25 euros, bebida: 3 euros...Que Coldplay cruce todo el Palau para cantarte al oído, no tiene precio

Hoy creo estar aún en una nube y no es para menos. Hace 2 días que fuimos a ver a Coldplay al Sant Jordi y aún no me acabo de creer lo que nos pasó.

Resulta que te tú te gastas 56 euros en una entrada con una situación digamos mala respecto al escenario, pero te da igual, porque es tu grupo de música favorito y peor sería no ir.

Antes de entrar, sin imaginarnos lo que nos lo que nos iba a pasar esa noche

Así que te sientas en tu sitio y compruebas cuál es el alcance de zoom de tu cámara ya que vas a ver el concierto un poco lejos.


Empieza el concierto y ves a gente que empieza a colarse en el gallinero saltando desde las butacas, entonces surge la pregunta: ¿Bajamos? Pero rápidamente contestas a tus diablillos: No, porque si bajo al gallinero es para ponerme delante de todo, pero llevo chanclas, y para quedarme detrás, ya me quedo donde estoy. Y suerte que le contesté eso a mi chico. Nos quedamos en nuestro sitio, en el sector 117, filas 15 y 16.


Y digo suerte porque el hecho de que no me hubieran tocado 60 millones de euros la noche antes era porque el destino me deparaba una grandísima sorpresa.


Después de una de las canciones, el Palau se vuelve oscuro, y de repente se encienden unos potentes focos en el gallinero que siguen a 4 personas, a los miembros de Coldplay. Seguimos su camino con la vista y vemos que se dirigen hacia nuestro sector, suben las escaleras. En ese momento yo me giro y veo que justo detrás nuestro hay un micrófono sin llegar a entender qué coño hacía allí. Todos pensaréis que estaba claro...yo de la emoción, no lo tenía nada claro.

Se colocan justo detrás nuestro y en ese momento de no saber qué hacer, miramos hacia abajo y vemos una avalancha de gente, por lo que decidimos defender nuestro sitio privilegiado cual leonas defendiendo a sus crías.





Y ahí los teníamos, justo delante nuestro, cantando para nosotros, al oído, "The Scientist", la canción favorita de Luis.


Compruebas mil veces que la cámara vaya bien, porque te puede salir un vídeo de puta madre, y ahí te quedas, como un tonto, escuchando de su boca que habían hecho eso porque estar en esa situación, tan lejos del escenario, era todo un mérito por nuestra parte y nos lo querían agradecer de esa manera, cantando para nosotros.


Así que te pones a grabar como un gilipollas mientras intentas articular alguna palabra que se asemeje algo a la canción, porque ya os digo que no era nada fácil hacerlo mientras decías: "No me lo creo, no me lo creo"


Así que ya está, acaba el concierto y te vas volando, no hay nada que te impida en ese momento ser la persona más feliz del mundo. No te ha tocado el bote del Euromillón, pero el karma te recompensa por eso de otra manera. No te soluciona la vida, pero ¿quién coño te quita eso ahora?

3 comentarios:

Alstan dijo...

Yo estube pensando durante todo el concierto "Mira esos capullos de abajo grabando el concierto con sus teléfonos sin disfrutar de la música". Que ironía oye.

Anónimo dijo...

Bueno Marina, no lo podríamos haber descrito mejor, así que simplemente queríamos corroborar lo que dices en tu blog y decir que sí, que es verdad que sucedió y que nosotros también estuvimos allí.

PD: Luis no solo tiene una flor en el .... para aparcar, también para comprar entradas. (A partir de ahora siempre que vayamos a un concierto queremos que compre el las entradas y que seas tú quien decida donde nos quedamos)

Un beso Isma y Yania

Oscar dijo...

ma-ri-na
ma-ri-na
wooo!