lunes, 24 de diciembre de 2007

Había una vez un circo...

Donde una vez existió Ángel Cristo y sus leones con alopecia y nos reíamos del enano con los andares de un tentempié, donde los trapecistas se caían en sus números y los elefantes se volvían locos y atacaban al público a mamporrazos con sus trompas.

Sí, aquello sí que era un circo, pero ahora tenemos que maravillarnos con el Cirque du Soleil, un espectáculo en el que hay saltimbanquis disfrazados de bailarinas y que ha desmerecido la palabra "Circo", la cual, derivada de nuestros ancestros de Roma, la utilizaban para dar nombre al sitio donde el pueblo iba a ver espectáculos dantescos, como las batallas de gladiadores, y no a la malabarista de turno a la cual, por cierto, nunca se le caen las mazas.

¡Viva el Circo Americano!

1 comentario:

Alstan dijo...

Exigimos el regreso de la mujer de generoso escote de pie encima de un caballo y la carpa de los freaks, con la mujer barbuda y el tio con gigantismo recibiéndote a la entrada!!!