miércoles, 16 de enero de 2008

Lo hice con buena intención...

Seguro que esta frase os la han dicho miles de veces, y seguro que siempre ha venido acompañada por algo que os han hecho que no os gustaba para nada...

Sí, amigos, me atrevo a confirmar que ésta es la frase más recurrente a la hora de pedir perdón sin pedirlo verbalmente, y lo peor de todo es que cuando la han dicho ya no hay réplica posible porque sino quedas como un degenerado sin corazón hijo del señor Burns (como poco).

Es bonito ser madre y llegar a casa y ver que tus hijos y tu marido, en un intento de hacer galletas, te han dejado la cocina con tres kilos de mugre en las paredes. Tú te dispones a gritarles hasta que no te queden fuerzas pero entonces te lo sueltan:

- "Las hicimos para ti...con TODA LA BUENA INTENCIÓN DEL MUNDO"

Y entonces te jodes, te las comes (con mala cara porque a parte de estar malas, llevas un cabreo de mil demonios) y luego limpias todos los recodos de la cocina, sitios que creías que era imposible que por allí se pudiera colar mierda, y todo esto, rezagadamente, por supuesto. Porque no vas a ser la mala madre que les grite para echar la bronca por lo que han hecho después de que te dijeran que lo habían hecho por ti.

Tengo muy claro que hay que tener un par bien puestos para replicar esa frase, hay que ser muy valiente porque te la juegas después seguro, pero os voy a decir una cosa, todos tenemos derecho a que las cosas no nos gusten...pero es mejor joderse y dejar contentos a los demás.

No hay comentarios: